La influencia del Post-modernismo (iglesia
emergente) claramente ya ha infectado a la Iglesia. Los evangélicos están moderando
su mensaje para que las crudas afirmaciones de la verdad del Evangelio no suenen tan discordantes al oído post-moderno.
Muchos evitan señalar claramente que la Biblia es la Verdad y todos los otros sistemas religiosos y visiones del mundo son
falsos. Algunos de los que se llaman cristianos han ido más lejos, negando a propósito la exclusividad
de Cristo (y su divinidad), y cuestionando abiertamente su afirmación de que es el único camino a Dios.
El mensaje bíblico es claro. Jesús dijo: “Yo soy el
camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). El apóstol Pedro
proclamó a un público hostil: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado
a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos:12). El apóstol Juan escribió:
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la
ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
Una y otra vez, la Escritura hace hincapié en que Jesucristo es la única esperanza de salvación para el
mundo. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). Sólo
Cristo puede expiar el pecado, y por lo tanto sólo Cristo puede ofrecer la salvación. “Y este es el testimonio:
que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene
al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:
11-12).
Estas verdades son la
antítesis de los principios centrales del post-modernismo. Hacen exclusivas las afirmaciones de verdad universales
declarando a Cristo como el único camino verdadero al cielo y todos los otros sistemas de creencias erróneas. Eso es lo que enseña la Escritura. Es lo que la verdadera Iglesia ha proclamado en toda su
historia. Es el mensaje del cristianismo. Y, simplemente, no
puede ser ajustado para acomodar las sensibilidades post-modernas.
En cambio, muchos cristianos, simplemente, pasan por alto las afirmaciones exclusivas de
Cristo en un silencio embarazoso. Aún peor, algunos en la Iglesia -incluyendo algunos de los mejores líderes evangélicos
conocidos – comienzan a sugerir que tal vez la gente puede salvarse sin conocer a Cristo.
Los cristianos no pueden capitular ante el post-modernismo, sin sacrificar la
esencia misma de nuestra fe. La afirmación de la Biblia de que Cristo es el único camino de salvación está, sin duda fuera de armonía
con la noción post-moderna de “tolerancia”. Pero es, después de todo, justo lo que la Biblia enseña claramente. Y la Biblia – no la opinión post-moderna – es la autoridad
suprema para el cristiano. Sólo la Biblia debe determinar lo que debemos creer y proclamar al
mundo. No podemos vacilar en esto, no importa cuánto este mundo post-moderno se queje de que nuestras creencias nos hacen
"intolerantes".
John
MacArthur
Tomado
de Verdad y Palabra